Cedro

sábado, 16 de abril de 2016

Blanco y negro

Cuentan, que Dios, para crear al hombre, tomó un poco de barro y comenzó a moldearlo a su imagen y semejanza.

Y así hizo una hermosa estatua; aunque sin vida: tenía ojos, pero no veía; oídos, pero no oía; boca, pero no hablaba;
manos y pies, pero no caminaba.

Como buen alfarero, lo introdujo en el horno para darle fuerza y resistencia, sin embargo, como era el primero que cocía, no sabía cuento tiempo dejarlo, y al sacarlo se dio cuenta de que le había salido muy moreno.

Para el segundo, lo dejó menos tiempo cociendo y lo sacó más bien crudo, y desde entonces hay hombres blancos y negros, pero todos de la misma arcilla.

Moraleja: El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando (Miguel de Unamuno).

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